top of page

Los misterios que los científicos aún luchan por resolver del coronavirus

Redacción Cultura Vital

A fines de diciembre de 2019, surgieron informes de una misteriosa neumonía en Wuhan, China, una ciudad de 11 millones de personas en la provincia sudoriental de Hubei. La causa, determinaron rápidamente los científicos chinos, fue un nuevo coronavirus relacionado de forma distante con el virus del SARS que había surgido en China en 2003, antes de propagarse a nivel mundial y matar a casi 800 personas.


Seis meses y más de diez millones de casos confirmados más tarde, la pandemia de COVID-19 se ha convertido en la peor crisis de salud pública en un siglo. Más de 500.000 personas han muerto en todo el mundo. También ha catalizado una revolución en la investigación, ya que científicos, médicos y otros académicos han trabajado a una velocidad vertiginosa para comprender COVID-19 y el virus que lo causa: SARS-CoV-2.


Han aprendido cómo el virus ingresa y secuestra las células, cómo algunas personas luchan contra él y cómo finalmente mata a otras. Han identificado medicamentos que benefician a los pacientes más enfermos, y se están preparando muchos más tratamientos potenciales. Han desarrollado cerca de 200 vacunas potenciales, la primera de las cuales podría probarse ser efectiva para fin de año.


Pero por cada idea de COVID-19, surgen más preguntas y otras persisten. Así es como funciona la ciencia. Para conmemorar seis meses desde que el mundo se enteró por primera vez de la enfermedad responsable de la pandemia, la revista científica Nature analiza algunas de las preguntas clave para las que los investigadores aún no tienen respuestas.


Uno de los aspectos más llamativos de COVID-19 son las marcadas diferencias en las experiencias de la enfermedad. Algunas personas nunca desarrollan síntomas, mientras que otras, algunas aparentemente sanas, tienen neumonía grave o incluso mortal.


Esa búsqueda se ha visto obstaculizada por el número relativamente pequeño de casos en Islandia. Pero el mes pasado, un equipo internacional que analizó los genomas de aproximadamente 4,000 personas de Italia y España descubrió los primeros vínculos genéticos fuertes con COVID-19 grave. Las personas que desarrollaron insuficiencia respiratoria tenían más probabilidades de portar una de dos variantes genéticas particulares que las personas sin la enfermedad.


Una variante radica en la región del genoma que determina el tipo de sangre ABO. El otro está cerca de varios genes, incluido uno que codifica una proteína que interactúa con el receptor que el virus usa para ingresar a las células humanas, y otros dos que codifican moléculas vinculadas a la respuesta inmune contra los patógenos. Los investigadores son parte de la Iniciativa COVID-19 Host Genetics, un consorcio global de grupos que están agrupando datos para validar los hallazgos y descubrir más enlaces genéticos.


Las variantes identificadas hasta ahora parecen desempeñar un papel modesto en el resultado de la enfermedad. Un equipo dirigido por Jean-Laurent Casanova, un inmunólogo de la Universidad Rockefeller en la ciudad de Nueva York, está buscando mutaciones que tengan un papel más importante.


Información: www.infobae.com

Encuentro Vital © Copyright, Todos los derechos reservados 2016

Presentado también en

 ¿Te gusta lo que lees? Dona ahora y ayúdame a seguir elaborando noticias y análisis. 

PayPal ButtonPayPal Button
bottom of page