top of page

Recorrido virtual por la azarosa vida de Miguel de Cervantes

Redacción Cultura Vital

Audiovisual producido para la exposición "16 personajes que maravillan y... Miguel de Cervantes". Un recorrido por la azarosa vida del gran escritor Miguel de Cervantes y por su producción literaria.


El propósito de esta muestra conmemorativa integrada en el IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes es presentar con imágenes y palabras a algunos de sus personajes literarios, porque son ellos los que trazan el recorrido de su obra: desde su primera creación, La Galatea (1585), una novela pastoril, a la última: Los trabajos de Persiles y Sigismunda, relato bizantino que se publicó póstumamente, en 1617.


La Galatea es el primer libro de Cervantes publicado.


En las riberas del Tajo, la bella pastora Galatea vive libre de la pasión amorosa que consume a sus dos enamorados sin esperanza. Mientras tanto, su padre pretende casarla con un extranjero.

Galatea está libre de la pasión amorosa que consume a casi todos los pastores que comparten con ella las riberas del Tajo. Son sus enamorados sin esperanza dos inseparables amigos, el culto Elicio y el rústico Erastro. Cantan su belleza, hablan del deseo que tal hermosura provoca, y entretienen su dolor compartido contándoselo.


La pastora suele ir acompañada de su amiga Florisa, desamorada también; y así las dos, libres de la pasión amorosa, pueden juzgar la belleza de la disputa poética sobre el Amor -en su favor, en su contra- que se canta.


Cervantes no llegó a publicar la continuación de la historia.


La Galatea es una novela de Miguel de Cervantes publicada en 1585 en Alcalá de Henares con el título de Primera parte de La Galatea, dividida en seis libros.


La Galatea se suele clasificar como novela pastoril. Tal descripción es muy limitada. En efecto sus personajes son pastores, pero es un vehículo para un estudio psicológico del amor, y es éste el propósito de Cervantes al escribirla.


No se sabe en qué aldea de La Mancha, hace ya siglos, vivía un hidalgo tan aficionado a los libros de caballerías que un día decidió tomar la profesión de los protagonistas de esas obras y ser caballero andante.


Y lo logró gracias a las armas de sus bisabuelos -eso sí, bien limpias-, su viejo caballo con nuevo nombre, Rocinante; y se llamó a sí mismo don Quijote de la Mancha.


Tras superar la difícil empresa de encontrar a una dama para que los gigantes vencidos se pusieran a sus pies: imaginó a la bellísima princesa Dulcinea del Toboso a partir del recuerdo de una moza labradora de quien anduvo él enamorado un tiempo.


Lo armaría caballero un ventero andaluz socarrón que don Quijote creyó que era castellano del castillo en el que estaba hospedado, aunque fuera en realidad una venta.


Para hacer el recorrido virtual, entrar al link:


https://artsandculture.google.com/exhibit/MQKCoIBoT-oILw

Etiquetas:

Encuentro Vital © Copyright, Todos los derechos reservados 2016

Presentado también en

 ¿Te gusta lo que lees? Dona ahora y ayúdame a seguir elaborando noticias y análisis. 

PayPal ButtonPayPal Button
bottom of page