Homenaje a José José en Clausura del 47 Festival Cervantino
El público en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas cantó las melodías del cantante mexicano José José, en un concierto inolvidable de la Orquesta Filarmónica de Acapulco para decir adiós a la edición 47 del Festival Internacional Cervantino.
El tenor mexicano Javier Camarena, se presentó con la Orquesta al Cervantino después de hacer historia en el MET de Nueva York, la catedral mundial de la Ópera. El programa que llevó el título “Arias, Zarzuelas y canciones mexicanas” tuvo la magistral conducción del director invitado Iván López Reynoso.
Del amplio repertorio del cantante como Ya lo pasado, pasado, Gavilán o Paloma, Lo que un día fue no será, El Triste, Volcán, entre otras canciones melodías.
El carisma del tenor se apoderó del público desde los primeros minutos del recital de este domingo 27, pues confesó que siempre había soñado con presentarse en el Cervantino, y la noche le correspondió pues la lluvia que cayó de manera intercalada a lo largo del encuentro artístico (que duró 19 días), y causante de la cancelación de varios espectáculos al aire libre, en realidad brindó una tertulia con un cielo limpio y despejado.
Por espacio de hora y media, la Orquesta Filarmónica de Acapulco, deleitó a la gran cantidad de gente que estuvo presente durante su ensayo, el cual se llevó al medio día en el escenario más importante del festival.
La agrupación guerrerense es reconocida como la única en el país que se enfoca en transmitir la cultura musical de su región.
El programa abrió con “Preludio al acto 1 de Carmen”, también interpretaron “La danza”, con el arreglo de Ángel Rodríguez, “Preludio” de El tambor de Granaderos; “Las Carceleras” de las hijas del Zebedeo, “El Danzón No, 2”, “Por los caminos del sur”, “Perfume de gardenias”, y muchos otros temas más.
En medio de gritos y aplausos, Guanajuato cantó con la orquesta, despidiendo así una edición más del festival cultural más importante de Latinoamérica.
Un concierto que quedará para la historia del festival, ya que los guerrerenses también festejaron a su estado.
